Hoy vengo a hablarles orgullosa, ya que la Naranja está pasando nuevos horizontes, y hoy este blog TIENE LECTORES!
O por lo menos uno. Así que muchas gracias Pequeño Saltamontes Lorena, agradecemos tu contribución a la religión! En dos días pasan los cobradores del diezmo a tu casa. Y los diezmos acá son como del 79% de las ganancias totales de todos los habitantes de la casa, contando pulgas y parásitos.
Ahora, nos vemos obligadas a incluir una escala jerárquico-religiosa, para poder organizarnos, vio.
Primero, en el escalafón más bajo, tenemos los Pequeños Saltamontes. Ellos son la lacra de la sociedad religiosa, pero la lacra Naranja es mejor que la lacra del resto! (la lacra de la lacra es mala, mala.) Todos los demás miembros de la comunidad pueden abusar de ellos, y su principal función es traer cafecitos con sombrillitas. Piensen que sin ellos, no existiríamos! Oh gracias, base de la sociedad!
Luego, está “el Resto”, una franja grande de personas que ya se cansaron de ser pequeños saltamontes, y ahora pasan a ser gente que sólo afirma la Naranja. Nada más. Aburridos.
Y, por último, antes de la Naranja, están los Profetas. Conocidas dos hasta ahora (sus servidoras), esperamos que pueda aflorar alguno más algún día que nos cansemos.
Encargados de abusar del resto de la pirámide naranjástica, los Profetas se dedican a decir las verdades del universo.
Y a flashear, entre otras cosas. Nadie tiene derecho a quejarse de ellos, no importa los maltratos sufridos :D
Esto es todo por hoy! Recuerden, no fumen mucho porque después ven cosas con colores raros, y las naranjas no se ven naranjas.
Amén!